El Área de Cultura de la Diputación de Badajoz ha editado, “Badajoz, ciudad flamenca: su historia y protagonistas”, de Manuel Iglesias Segura. El libro nos ofrece una cronología del flamenco pacense y nos presenta a los artistas de la ciudad.
Este recorrido comienza enraizando el flamenco con el pasado árabe de Badajoz, continúa con la incorporación de los romances y su influencia musical, y con la aparición y asentamiento de los gitanos, los moriscos y africanos, que fueron elementos decisivos en la creación del arte flamenco.
Para la difusión tanto del cante como del baile, fueron muy importantes los cafés cantantes y las actuaciones teatrales, desde 1912 la mayoría se celebraron en el Teatro López de Ayala. Fuera de las bambalinas, los aficionados frecuentaban las tabernas, donde se unían cante y divertimento y las barberías, lugar de tertulias y encuentros de artistas flamencos.
A lo largo de este libro, Manuel Iglesias retrata buena parte de los excelentes cantaores, guitarristas, bailaores y bailaoras con que ha contado y cuenta Badajoz, entre los que destacan: Rosa Moreno, El Indio Gitano, Ramón el Portugués, La Marelu o Eugenio de Badajoz, sin olvidar a las peñas y semanas flamencas y a otros referentes como Pericote, Antonio Hormigo, El Moro Juan, El Peregrino, El Porrina y El Madalena. O La Caíta, Pilar Andújar, El Nene, Alejandro Vega, Esther Merino, Pedro Cintas, Maite Olivares, Francis Pinto o Joaquín Muñino.
Como curiosidad también nos presenta un listado con las actuaciones de artistas foráneos que pasaron por la ciudad.
Badajoz es un importante núcleo flamenco, representado por la Plaza Alta, cuna de grandes sagas de artistas.
Manuel Iglesias Segura nació en Badajoz en 1959. Comenzó en su juventud tocando rock con Celtas Cortos, después en su andadura flamenca, trabajaría con Tony Díaz, La Caíta o Raimundo Amador. Su primer libro, “La Barbería de las Sonantas”, fue editado por la Diputación pacense.
Aunque a mí nunca me gustó el flamenco, a pesar de ser andaluza, más bien no lo soportaba, últimamente lo estoy apreciando y me alegro de haber podido asistir a la última actación de Enrique Morente en Badajoz.
ResponderEliminarMe alegra que la Diputación de Badajoz se haga eco de la riqueza cultural de esta ciudad, tan escasa y tan poco difundida.